EVANGELIO DE MARCOS
CAPITULO PRIMERO
Comienzo del Evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios.
Conforme está escrito en Isaías profeta (Is 40): Mira envío mi mensajero delante de ti, que preparará tu camino.
Voz del clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.
Aparecio Juan bautista, bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión, para perdon de los pecados. Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el rio Jordán, confesando sus pecados. Juan llevaba un vestido de piel de camello y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Y proclamaba: Detrás de mi viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de su sandalia. Yo os bautizo con agua pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Y sucedió que pr aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. En cuanto salió del agua vio que los cielos se abrieron y que el Espíritu, en forma de paloma, bajó sobre él. Y se oyó una voz, venida de los cielos: "Tu eres mi Hijo amado en quién me complazco".
A continuación el Espíritu lo empujó al desierto y permanecio en él cuarenta días, siendo tentado por el Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían.
Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea y proclamaba la Buena Nueva de Dios: "El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia".
Bordeando el mar de Galilea vio a Simón y Andrés, hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: "Venid conmigo y os haré pescadores de hombres". Al instante, dejando las redes lo siguieron.
Caminando más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban tambien en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron con él.
Llegó a Cafarnaúm, y el sábado, enntró en la Sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba con autoridad, y no como los escribas.
Había precisamente en la sinagoga un hombre poseido por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: "¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesus de Nazaret? ¿Haz venido a destruirnos? Se quién eres: "El Santo de Dios" Jesús, entonces, le mandó diciendo: Cállate y sal de él" Y agitándole violentamente el inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron asustados, de tal manera que se preguntaban: "¿Qué es esto? Una doctrina nueva, expuesta con autoridad, expulsa hasta los espírtus inmundos y le obedecen" Bien pronto su fama se extendió por todas partes.
Cuando salió de la sinagoga, se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés, la suegra de Simón estaba con fiebre, se hacercó, y tomándola de la mano, la levantó, la fiebre la dejó y se puso a servirles. Al atardecer, la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados, todos los habitantes de la ciudad reunidos. Jesús los sanó de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios y no los dejaba hablar pues lo conocían.
De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, se levanto y fue a un lugar solitario para hacer oración. Simón y sus compañeron fueron a buscarlo. al encontrarle le dicen: "Todos te buscan" ´
El les dice: "Vamos a los pueblos vecinos, a predicar, para ésto he venido". Recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando demonios.
Se le acerca un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres puedes limpiarme". Compadecido de él extendió su mano, lo tocó y le dijo: "Quiero, queda limpio". Y al instante le desapareció la lepra y le dijo: "No digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio. Pero él divulgó la Noticia y Jesús no podía entrar en las ciudades pero hasta los lugares solitarios le buscaban y él les hablaba.
(Fuente: Biblia de Jerusalen).